Una vida
simple y llanamente sencilla en forma de “cuento”, un tanto singular, con
narrador propio. Un drama cómico, como los llaman ahora, en el que Simon Pegg
trata de alejarse algunos metros de las películas a las que nos tiene
acostumbrados.
Nos
presentan a Héctor (Simon Pegg) un psiquiatra con unos pacientes que se salen
de la normalidad, muy peculiares. Junto con él vive su novia Clara (Rosamund
Pike) ambos comparten una rutina diaria fuertemente establecida que no consiente
cambios ni modificaciones. No conseguir avanzar debidamente con los problemas
que atormentan a sus pacientes, hace que se planteé realizar un viaje para
buscar la forma de conseguir que sean felices. El verdadero secreto de la
felicidad. Pero es una aventura que debe llevar a cabo solo. Realiza tres
paradas en distintos puntos de la geografía mundial: China, África y Los
Ángeles. En cada uno de estos lugares tiene la oportunidad de conocer a gran
variedad de personas y coger su testimonio sobre qué es para ellos la
felicidad. Desde el dinero a la familia o incluso una simple reunión con las amigas,
para cada personas tiene un significado distinto pero… ¿y para él? Sin duda
este será el viaje que le cambiara la vida, el que hará que se encuentre
consigo mismo pero, sobre todo, que descubra su verdadera felicidad.
El
personaje que interpreta Pegg es todo un show, torpe, patoso… aunque sin duda
un hombre con suerte. Son esos momentos en los que mete la pata los que aportan
el tono cómico, pero por lo demás es simple, sigue una línea que más o menos
mantiene hasta el final. No destaca nadie sobre nadie, entretenida. Al mismo
tiempo, muestra una realidad a la que damos la espalda y creemos dejar así
olvidada. Héctor siente como si un jarro de agua fría se derramara sobre su
cabeza cuando es consciente de la realidad social que afecta a China, pero
sobre todo a África.
No
podía dejar olvidada a Rosamund Pike nominada al Oscar a Mejor Actriz por su
interpretación en Perdida. Parece como
si algo de la esencia de Amy quedase plasmado en su personaje de Clara pero,
ante todo decir que son dos polos opuestos.
En
ciertos momentos llega a hacerse larga (parece que últimamente la mayoría de
las películas me dan la misma sensación), pero al mismo tiempo tampoco sabes
que partes o escenas suprimirías porque son cada una de ellas las que le llevan
a la conclusión final. Algo que la hace dinámica es su forma de transición, al
combinar elementos de animación con la historia real. Un punto a favor de este
largometraje, es que escapa a lo que Pegg nos tiene acostumbrados, como ya he
dicho antes. Deja a un lado esa comedia sin sentido y un tanto gamberra para
tratar de hacer algo con un mensaje claro, más humano pero siempre con
delicadeza. Todo esto es lo que me lleva a tener una doble opinión al respecto,
sin duda, la recomiendo.
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