Supongamos
que es un día cualquiera, o quizás no tan cualquiera, pues es el quinto
aniversario de tu boda. Aun así, llevas la misma rutina de siempre. Vas al bar
que llevas a medias con tu hermana, le regalas otro de esos juegos de mesa cuya
función es coger polvo en la estantería… Pero es una llamada de teléfono la que
lo cambia todo. Cuando Nick Dunne (interpretado por Ben Affleck) regresa a casa
tras ser avisado por uno de sus vecinos
de que la puerta principal estaba abierta, algo ha pasado. Su esposa Amy
no esta, ha desaparecido. Todas las pruebas apuntan a un violento secuestro.
Nick,
sin tener muy claras las cosas, da parte a la policía de lo que ha sucedido. La
extraña actitud, tan frívola, el no saber ni siquiera si su mujer tenía
amigas. Todo apunta a que hay gato
encerrado, la imagen de feliz matrimonio que acostumbraban a vender a los demás
se desquebraja hasta el punto de ser Nick no sólo el sospechoso de la
desaparición de su mujer, sino de su asesinato.
Esta
película tiene un doble marco narrativo, por un lado presenciamos la “actualidad”,
como avanzan las investigaciones sobre la desaparición de Amy, etc. Por otro
lado se van intercalando flashbacks. La propia “desaparecida” escribe y relata
la historia del matrimonio, desde como se conocieron hasta cual fue el momento
exacto en el que empezó a temer por su vida. Sin duda saben jugártela pero
bien, los giros que da la trama no te los esperas. Vale que el film es
relativamente largo, pero cada uno de los minutos que lo componen son más que
necesarios.
Te
mantiene pegado al asiento, en constante suspense. Una vez que la empiezas
debes verla hasta el final, ya que la primera y la última escena son la clave.
Sin duda son las películas así las que valen la pena, te hace pensar a la vez
que te entretiene. Una buena forma de descubrir hasta que punto somos
conscientes de lo que vemos y percibimos.
En
cuanto al bueno de Ben Affleck, hay que decir que lo clava. Vale que hasta
cierto punto hace de tonto, pero esas son las interpretaciones más difíciles.
Su compañera de reparto, Rosamund Pike esta impecable, cuanto engaña esa carita
de cordero degollado. Ambos funcionan muy bien, hacen una buena pareja fílmica.
Hay que
decir que nos encontramos ante una adaptación cinematográfica basada en la novela
Gone Girl de Gillian Flynn publicada
en el año 2012. Esta obra fue la que desbanco a Cincuenta sombras de Grey del puesto número uno de ventas.
Aunque
me gustaría decir más cosas, es imposible. Hacer cualquier tipo de spoiler por
pequeño que sea es el peor error. Debéis ir al cine a verla con el menor
conocimiento posible y sí, merece la pena pagar por verla. Sin duda es de las
que te dejan huella y te hacen reflexionar.
Nota:
5/5
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