Como grata lectora de la
obra de Stephen King por primera vez, tras ver las dos adaptaciones
cinematográficas de Carrie, puedo sentirme orgullosa por un trabajo
bastante bien hecho. La película de 1976, en la que participa un
jovencísimo John Travolta, es algo más fiel al libro que la versión
de 2013, donde se ha querido dotar a la protagonista de un mayor
grado de humanidad. Siendo justos, no se ha podido incluir quizás la
totalidad del contenido literario pero por el tema del tiempo de
duración, que es reducido.
Para quienes no sepaís
de que trata, ahora os pongo en antecedentes:
Carrie
White es una adolescente que vive con su madre en Chamberlain, donde
esta cursando su último año en secundaria. Es humillada por sus
compañeros debido a las fuertes convicciones religiosas bajo las que
ha sido educada. Tras un accidente en los vestuarios con sus
compañeras de clase, Carrie comienza a desarrollar poderes
psíquicos. Mientras Sue, una de las chicas populares que participó
en el incidente del vestuario, para redimirse del daño ejercido, le
pide a su novio que invite a Carrie al baile de graduación. Es en la
noche del baile cuando se produce la tragedia.
Esperaba decepcionarme
pero pasó todo lo contrario, teniendo en cuenta que la elección de
Chloe Grace Moretz como protagonista no me terminaba de convencer.
Carrie es una chica distante, que no ha sido aceptada por sus
compañeros. Siempre sufriendo sus burlas e insultos. La versión
literaria la describe como una chica que trata de pasar
desapercibida, vestida como una beata que esconde la cara bajo su
pelo rubio. En el libro eres consciente de su evolución, como pasa
de ser “repugnante” a una chica preciosa... lo malo es que en la
película no vemos la transformación del personaje de “patito feo”
a cisne. Desde el principio Carrie es guapa, simplemente le falla la
ropa. Por lo tanto, ya hay una esencia que sólo la encontramos en el
libro (que por cierto os recomiendo).
Tampoco se ha plasmado
esa actitud extraña y ermitaña de la adolescente, que siempre se
mantenía al margen, en las versiones cinematográficas se ve que en
el fondo quiere ser aceptada...
En cuanto a Julianne
Moore, sin palabras, la interpretación de esa mujer es increíble.
Aunque si es cierto que tienden a exagerar su faceta católica
llegando incluso a auto herirse, el dolor nos liberará y la sangre...
bueno es la moneda con la que se pagan los pecados ¿no? O eso dicen.
Le han quitado unos cuantos años en relación con la versión
literaria en la que ya presumía de canas.
Debería plantearse el
cine de terror, es ella lo que más miedo inspira a lo largo del
film, ya que su interpretación roza sutilmente la locura.
Este remake más que ser
una nueva versión mejorada de la anterior, viene a ser un
recordatorio de que tiene su hueco en el cine. Realmente no aporta
nada nuevo salvo You Tube, internet y el Iphone. No es de esas
películas que dejen huella y te hagan pensar a posteriori. Se limita
a entretener pero se debe a que la acción como tal no llega hasta
prácticamente el desenlace. Hasta entonces vas viendo como va
mejorando el control que tiene sobre sus poderes telequinesicos y
poco más. Por ser sinceros, me gustó bastante más la versión de
1976 aunque las sobre actuaciones que hay en algunas escenas no le
hacen justicia, al igual que la madre de la protagonista. Viendo a
Moore que pase esto es más que normal. Por lo demás, es bastante
asequible.
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