Esta
producción suiza parece que se ha abierto paso entre las distintas películas
que se estrenaban este viernes 27 de febrero. Sinceramente, sigo preguntándome cómo
lo ha conseguido. Fiel a lo que hay, resulta ser un proyecto demasiado largo.
La forma tan “singular” que tiene de tratar la historia hace que tenga una
duración excesiva, en poco menos de media hora esta más que resuelta. No nos
engañemos, se trata de un producto publicitario de los Alpes suizos, para más
prueba, solo hay que fijarse en los planos. Todo paisaje.
Bueno, centrándonos
en lo que presenta este film, tenemos a una familia que, para desconectar de su
día a día, se va a esquiar. A partir del minuto 11:35 aproximadamente, es
cuando comienza lo interesante. Cuando el padre, Tómas, su mujer Ebba y sus
hijos, están almorzando en la terraza de un restaurante se produce una
avalancha controlada. Bueno aunque a primera instancia, parece que se va a
llevar por delante a todo lo que pille. Tómas huye despavorido dejando atrás a
su familia. Después de quedar todo en un susto, regresa a su mesa, dónde continúan
comiendo y aquí no ha pasado nada. El
resto del metraje es un repetir de lo mismo, Ebba cuenta a un par de parejas lo
sucedido y Tómas lo niega, alegando a su favor que no sucedió así, que cada uno
tiene una versión distinta de los hechos. Posteriormente, te da a entender que
el matrimonio tiene problemas…
Aclaremos
un par de cosas. Las interpretaciones son totalmente nefastas, eso lo primero,
pero a alguno de nosotros le pasa eso, que su pareja lo deje tirado con los
niños y cuando el peligro pasa vuelve como si nada y arde Troya. Lo sabemos, lo
sé. En la película no pasa nada de eso, continúan
un con sus vidas como hasta el momento. Vale, todos podemos entender que la
intención que tiene este film es hacer una crítica de la figura paterna pero…
¿En qué posición queda la mujer? Pasiva ante todo y no quiero añadir más…
No
encuentro ningún punto a favor, a parte de la música cuando aparece, que me
lleve a recomendarla, se trata de una enorme propaganda “camuflada” de los
Alpes, claramente. El final es totalmente mortal, no tiene ningún sentido, te quedas con la sensación de: "pues vale, se ha acabado".
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