Se
cierra la frenética vida de secuestros y crímenes de Bryan Mills con la tercera
y, lo que parece ser, la última película de Venganza. Aunque dependiendo del
éxito que tenga en taquilla no sería una sorpresa encontrarnos de aquí a uno o
dos años Venganz4.
En esta
ocasión y por dejar un poco a un lado la trama de los secuestros junto con sus
frases: “Cariño ahora van a secuestrarte” o “Cariño van a secuestrarnos a mí y
a tu madre”, nos encontramos ante un crimen. Leonor (Famke Janssen), la ex
mujer de Bryan Mills (Liam Neeson) aparece asesinada en el apartamento de este,
una encerrona en la que claramente el único culpable y responsable del crimen
es él. Tras zafarse de la policía, se pone en contacto con su hija Kim (Maggie
Grace) como de costumbre, mientras investiga quien puede estar detrás del
asunto. Por lo que este super exagente especial con enormes habilidades buscará
a los verdaderos asesinos de su exmujer mientras trata de mantener a su “ya no
tan pequeña” a salvo.
Entonces
aquí llega la reflexión, si esta película es el final de todo ¿Por qué no tiene
nada que ver con las dos anteriores? El tema de los secuestradores albaneses
queda zanjado ya con la segunda entrega, por lo tanto no sé que más querían
dejar atado antes de terminar la “trilogía”.
Siendo
sinceros, con la secuela era suficiente ¿para que alargar más la agonía? Estaban
bien y aunque se repitiese alguna pauta no “empachaba” o aburría. Por mucho que
crean ofrecer novedad al no relacionar la trama de esta nueva entrega con de
las dos anteriores, repiten hasta la saciedad el mismo patrón, los mismos
movimientos… ahora eso si, da lo que promete si hablamos de acción y
entretenimiento. Se han tomado como un logro llevar ciertas escenas hasta el
extremo, parece el hombre de hierro porque nunca recibe un tiro y desde luego,
no me negaréis, que la suerte esta siempre de su lado. Un buen ejemplo es la
facilidad con la que [SPOILER] se
quita las esposas dentro del coche patrulla. Posteriormente saca al copiloto
por la puerta y obliga al policía que esta al volante a continuar con la
conducción a lo que se suma un “fortuito” y accidental cambio de sentido. Todo
esto desde el asiento trasero [Fin
SPOILER]
Algo
que caracteriza a cada una de las películas de Venganza es que todas se resuelven prácticamente en los últimos
veinte minutos, calculado. Te mantienen durante toda la trama pendiente de los
pasos que va dando Neeson en su papel y de repente pam, en nada te soluciona el
problema. Técnicamente te pasas esperando ese preciso momento durante la hora y
media que suelen durar estos largometrajes.
Algo
que hay que destacar de este formato de cine negro, es que luego ves a Neeson
en otra película del mismo género en la que no pega palizas ni se llega a
momentos extremos de acción y parece no llamar la atención. Si os preguntáis a que
me refiero sólo hay que echarle un vistazo a Caminando entre las tumbas, probablemente será más sosa pero gana
mucho más en humanidad e incluso en realismo.
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