Jack O’Connell
cambia el escenario bélico de la Segunda Guerra Mundial (Invencible) por el
conflicto existente en Irlanda. Nuevamente repite el rol militar pero en esta
ocasión como soldado británico.
Los
antecedentes históricos presentan a Irlanda del Norte en 1971, cuando estalla
el conflicto armado entre los unionistas del norte y los republicanos del sur
sobre la independencia del país de Reino Unido. En medio de uno de los
altercados que se produce cuando los soldados hacen su recorrido de inspección,
la rebelión de la población civil hace que los soldados salgan precipitadamente
de la zona dejando abandonado al soldado Gary Hook (Jack O’Connell) a su
suerte. Todos quieren matarle mientras él debe tratar de sobrevivir hasta que
su escuadrón vuelva a recogerlo.
Cualquier
hecho narrado en la gran pantalla acaba repitiendo una historia anterior,
volver a los viejos tópicos del cine. La forma en la que se cuenta o el tono de
la interpretación es lo que cambia el producto final. La idea de tener que
recuperar con vida a un soldado que se ha perdido en medio del fuego cruzado ya
esta muy visto, la novedad ha sido el conflicto de Irlanda del Norte. Es un
tema al que se le ha dado la espalda, dejándolo en un segundo plano. La
grabación se ha hecho en forma de seguimiento personal, incluyendo al
espectador dentro de la acción. Ofrece una narración mucho más realista, como
si fingiese ser un documental que sigue los sucesos en el mismo momento en el
que se producen. Es el juego que ofrece el uso del steadycam frente a la cámara
fija, lo negativo de esta forma de rodaje es la irregularidad que tiene la
imagen, disminuye su calidad.
A la
hora de mostrar cadáveres, mutilaciones, etc, no se cortan un pelo ¿Por qué no
vamos a matar a un niño si eso endurece todavía más el “relato”? ya sabemos de
buena mano que en el cine esta todo permitido. A pesar de lo duras que pueden
llegar a ser algunas escenas es humana, no se aleja de la realidad para mostrar
acción gratuita y mero entretenimiento. Tiene una función histórico-comunicativa.
Lo malo
de una película como 71 es la doble vertiente, el mensaje humano que manda le
da cierta categoría, pero como entretenimiento pierde. No tiene un propósito comercial,
todo lo contrario. Por su parte, Jack O’connell si no terminaba de convencernos
en Invencible, con esto ya ha terminado de ganarse el respeto y admiración
tanto del público como de la crítica. La situación en la que se ve envuelto es
una autentica locura ya que no puede confiar en nadie, no resulta complicado
sentir empatía por él, acabas desconcertado con la cantidad de traidores que te
presentan. En resumidas cuentas, es una película cuyo éxito dependerá del interés
del espectador, de si llena gratamente las necesidades del público.
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