El Francotirador


Parece que el cine norteamericano continua dando de qué hablar. Primero fue The Interview, denunciada y criticada por el líder Norcoreano Kim Jong-un, explicando que  el film promocionaba una imagen errónea de su país así como de si mismo y promovía su asesinato. No obstante vuelven a la carga las críticas pero con esta película, El francotirador, dirigida por Clint Eastwood. El líder supremo iraní, el Ayatolá Ali Jamenei, es quien denuncia una forma nueva de instigar a cometer atentados y ataques contra los musulmanes, por no hablar de las ofensas. Pero curiosamente, el Ayatolá afirma no haber visto la película, entonces ¿Hemos encontramos una excusa perfecta para volver a la carga contra los cristianos y los estadounidenses? Al final acaba siendo una forma distinta de publicidad, bien o mal la cuestión es que hablen. 

La trama no relata otra cosa que hechos de la vida real de Chris Kyle, conocido como "el demonio de Ramadi" o "la leyenda" por ser el francotirador más letal de la historia militar de Estados Unidos. Puede que toda esta polémica haya dejado en un segundo plano lo que realmente trata de mostrar Clint Eastwood. Sin duda, tanto la caracterización como la interpretación de Bradley Cooper, están más que logradas, si le quedaba por ganarse el respeto de alguien, creo que con esto ya lo ha hecho. Se plasma muy bien en la pantalla el miedo, el sufrimiento de las familias estadounidenses que tienen a alguno de sus miembros combatiendo en Irak, cada día puede ser el último para ellos. En las distintas partes que marcan el desarrollo de la historia, vemos como el soldado va teniendo una obsesión por el campo de batalla, siempre queriendo volver a combatir. Al fin y al cabo no conoce otra vida que la guerra, además de que les cuesta separarse de sus compañeros. Muchos, por no decir todos, acaban padeciendo traumas psicológicos que necesitan de ayuda profesional. No consiguen terminar de alejarse de ese ambiente hostil, continúan en estado de alerta hasta en su propio hogar. 
Una parte que tengo que destacar y que dicen al principio de la película, es la comparación del hombre con la oveja, el lobo y el perro pastor, que resume completamente toda la trama que nos presenta Eastwood. El cineasta, buenamente, muestra escenas que son realmente fuertes aunque nuestra sensibilidad se haya acostumbrado a ellas. Sigue tratando un tema serio de la forma más correcta posible, por lo que no hay que buscarle la vuelta. 


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