Foxcatcher


Basada en hechos reales, tomaos esta frase al pie de la letra porque la trama no se desarrolla fielmente a lo que sucedió.
Foxcatcher narra un capítulo negro de la historia del deporte de élite. Mark Schultz, medallista de oro olímpico en lucha libre cuya vida profesional parece estar siempre a la sombra de su hermano Dave. Todo cambia cuando el millonario John Du Pont llama a su puerta con una suculenta propuesta: crear un campo de entrenamiento de alto nivel para preparar un equipo que compita en lucha libre los Juegos Olímpicos de Seúl de 1988.

Puesto que se trata de un Biopic, otro de los tantos que se proyectan en este año, mínimamente podrían haber respetado datos tan básicos como las fechas de nacimiento de los protagonistas. Comenzando por el rostro del crimen, John Du Pont, nacido el 22 de noviembre 1938 en Philadelphia, Pensylvania (EE UU), casualmente en la película nace el 16 de agosto de 1962 en Concord, Massachusetts (EE UU). Le han quitado 24 años de un tiro, que irónico, pero su caracterización busca una imagen semejante a la que ofrecía el rico heredero en sus últimos años de vida. El encargado de este personaje ha sido un Steve Carell casi irreconocible, que ha dejado atrás su encasillamiento en el género cómico.
Mark Schultz nacido el 26 de octubre de 1960 en Palo Alto, California (EE UU) pero en la versión cinematográfica tiene veinte años menos, nacido el 26 de abril de 1980 en Cullman, Alabama (EE UU) y poco parecido con el original. Digamos que esta encarnación llevada a cabo por Channing Tatum, le vale más que nada para demostrar que sabe hacer algo más que enseñar músculo.
Dos pruebas de tantos errores que se cometen en una producción pero ¿Cuál es el objetivo de esto? De la misma forma, los hermanos Schultz en ningún momento llegaron a convivir en la finca, Mark se marchó un año antes de que Dave se trasladase allí con su familia.
Ciertamente muestra una relación de sometimiento, Du Pont ejerce de “mentor” sobre Mark pero no se desarrolla siguiendo una dirección paterno filial. Algunos de los ángulos y tomas enseñan esa cara oculta que les une: amo y señor, semejantes a una relación algo más íntima. Con esto se quiere mostrar un abuso sexual por parte de Du Pont a los componentes del equipo. John resulta enormemente persuasivo sin hacer grandes esfuerzos, dile a una persona lo que quiere oír y la tendrás comiendo de tu mano. Son las promesas tan suculentas que hace al campeón olímpico haciéndole sentir único para él, que crea una falsa imagen que poco tiene que ver con la realidad.
La competición de lucha libre en las Olimpiadas estaba poco respaldada por el gobierno de EE UU, un inversor millonario que tenga como objetivo apoyar al equipo proporcionándole además los medios necesarios para su preparación, suponía un milagro.

Informarse tras ver el resultado de la película, provoca ciertas decepciones. Toda historia puede ser un éxito si cae en las manos adecuadas. Lamentablemente no emociona, ni da la oportunidad de que el espectador pueda sentir empatía por los personajes. Es bueno que este tipo de hechos salgan a la luz y sean conocidos por todos, muestra una de las esquinas recónditas del mundo que parece estar escondida ante nuestros ojos.

Bennett Miller aspira muy alto quedándose a poco más de medio camino. Vale que las distintas partes que componen la historia estén bien repartidas a lo largo de las dos horas de metraje. Pues cuando llegamos a la mitad, es donde se produce el cambio de dirección que llevará a la desembocadura pero ¿cuáles son los motivos que empujan a Du Pont a cometer tal atrocidad? (Esto lo entenderéis una vez hayáis visto el film, no vamos a hacer spoiler)... no termina de quedar del todo claro llevándonos a suposiciones, ya sean más o menos acertadas. Aun con todo tiene cinco nominaciones a los Premios Óscar pero para quienes quieran conocer más sobre la historia, siempre podéis leer las memorias de Mark, publicadas el año pasado: Foxcatcher: The true story of my brother’s murder, John Du Pont’s madness, and the Quest for Olympic Gold.



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