Whiplash


Echamos un vistazo al mundo del Jazz pero desde una perspectiva diferente. Un género musical que supuestamente esta desapareciendo. Whiplash le da un nuevo empujón, presenta ese backstage que tan pocos ven.
Andrew Neyman (Miles Teller) baterista de una orquesta de jazz en el Conservatorio de Música de la Costa Este, a sus 19 años tiene como meta ser todo un icono, inmortal en la memoria del mundo de la música. Ambición no le falta, sabe lo que quiere y el duro trabajo que esto conlleva. Su mejor opción es Terence Fletcher (J.K. Simmons), un profesor que derrocha talento, capaz de, digamos, convertir en oro todo aquello que toca. Lamentablemente los métodos de enseñanza que le caracterizan no son fáciles de asimilar: humillaciones, insultos, presión… nada le detiene con tal de conseguir su objetivo: quedar primero en las competiciones de bandas y mantener intacto el renombre del Conservatorio.
Neyman trata de llamar la atención de Fletcher para poder formar parte del conjunto musical que dirige. Pero como suele decirse, hay que tener cuidado con lo que se desea, pues puede reventarnos en nuestras propias narices. Tras esa máscara de comprensión y falsa amistad se esconde todo un verdugo que no duda en dejar caer sobre sus alumnos la afilada hoja de su guillotina. Las exigencias del profesor son totalmente desmesuradas, por lo que Neyman trata de ganarse de forma constante su puesto como baterista, la valoración de su esfuerzo y sacrificio para ser el alumno que Fletcher desea. Para ello abandona todo lo que rodea su vida. El triunfo conlleva sacrificios pero ¿hasta que punto estamos dispuestos a pagar tal precio?

No es una película dramática cualquiera que roza el tema de la música, que lo sitúa en un segundo plan, ya que suelen sobreponerse asuntos sentimentales, humanos. Aquí tenemos una buenísima combinación donde el Jazz es el auténtico protagonista, conducido siempre por el camino de baldosas amarillas de la mano de Miles Teller y J.K. Simmons. Ambos funcionan exitosamente en pantalla, llevando al extremo sus interpretaciones. Provocan una contradicción de sensaciones. Pero sin duda al que hay que destacar es a Teller, le han ofrecido la oportunidad de hacerse oír, de destacar y sin duda ha sabido aprovecharla. Hasta ahora ha tirado más de papeles secundarios que otra cosa, rozando la línea de lo formalmente correcto. Mis felicitaciones por Whiplash. Por su parte, Simmons corría a cargo de una interpretación de reparto, es decir, en un segundo lugar que, gracias a su brillante interpretación, ha conseguido hacer dudar al público de quien es el verdadero protagonista de la película.
Para quienes no sean fans de este tipo de películas, por lo que el género ha ido ofreciendo hasta el momento, sepan que esta os sorprenderá. Se mantiene bastante fiel a la realidad. Probablemente ciertas escenas se exageran pero no hay que olvidar que muchas veces la ficción se queda corta.

No hay mucho más que decir, simplemente hay que verla, dar más detalles supondría terminar de contar la trama y es un flaco favor. Esta es una muestra del talento de Damien Chazelle, director y guionista de este largometraje, que por cierto, es el segundo que dirige. Parece que es una de esas personas que nacen con estrella e indudablemente con talento, Angelina ya puedes ir aprendiendo, porque además tan sólo tiene 29 años. 


Comentarios

  1. No sabía que solo tiene 29 años! Coincido contigo en prácticamente todo. Me ha encantado la interpretación de Teller y los planos sutiles que mete el director y que tarde o temprano acaban teniendo su relevancia. Aún así, no es mi favorita para el Oscar.

    Buena crítica! :)

    Saludos!
    www.spaguettisblog.com

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