"No puedes exponer los secretos del mundo...sin exponerte a ti mismo" |
Técnicamente
es una adaptación literaria de las vivencias de Daniel Domscheit-Berg periodista
y ex portavoz de la página web WikiLeaks en el tiempo que ayudo a desarrollar
dicha web. El título del libro: Dentro de WikiLeaks: Mi tiempo con Julian
Assange y la web más peligrosa del mundo.
Julian
Assange, quien actualmente tiene 43 años, es un programador y periodista, pero
le conocemos por ser el editor y el portavoz de WikiLeaks. Prácticamente todos
los hechos que se narran en las películas son reales, pero como siempre existe
el problema del punto de vista, nos sometemos en primera instancia a la visión
de Daniel y en segundo lugar a la del director del film. A parte de eso no hay
mucho más que alegar.
El
trama que envuelve la historia de El quinto poder es el siguiente: Julian
Assange y Daniel Domscheit-Berg crean una web en la que todo el mundo puede
colgar información confidencial de forma anónima. El fin es sacar a la luz los
secretos y crímenes gubernamentales, pues como dijo Oscar Wilde: “Darle una
máscara y os dirá la verdad”. Este es el origen de WikiLeaks, La cantidad de
información que manejan estos dos es tal que llegan a tener documentos oficiales
que implican a los servicios de inteligencia de los Estados Unidos algo que no
les va a detener a pesar de estar jugándose el pellejo pero ¿Y que pasa con las
identidades de los confidentes?
En un
intento de neutralidad en lo referente al resto de las críticas que se han
publicado, resulta un poco lenta hasta que llega al asunto. Hasta que te sitúas
en el tema central tarda bastante, además de que por un lado recuerda a la
película La red social (Aunque el
trasfondo político poco tiene que ver). No conmueve y en lo relevante al “rescate”
de los confidentes que se encuentran en peligro, es muy flojo. La acción brilla
por su ausencia, no termina de llegar al tono adecuado. Sobre la interpretación
de Benedict Cumberbatch que se puede decir, lo que no me queda muy claro es si
han exagerado la figura de Julian Assange o no, pero se mantiene en su línea
interpretando a un personaje frívolo y egoísta. Si adoras al actor no le coges
manía pero de no ser así… En cuanto a Daniel Brühl digamos que la piel en la
que le toca ponerse es la de un salvador. Tampoco lo hace mal, ni mucho menos,
sigue un poco la misma línea de las interpretaciones que le tocan.
No es
una mala película pero tampoco para todo el mundo, no por violencia ni el hecho
de que se traten según que temas. La lentitud con la que se desarrolla y el
tono, según a quien puede dejarlo K.O en el asiento. Al menos las interpretaciones son más que
aceptables y ayudan a salvar un poco el largometraje. No es de lo peor que se
puede encontrar por ahí, simplemente que la estructura esta mal definida.
Deja
poca mella, la frivolidad que muestra se ve intensificada por la luz, el tono y
el color. Todo ello hace complicado que el espectador se sienta identificado
con cualquiera de los personajes que se nos presentan. El cambio de ambiente se
experimenta en las dos últimas escenas, así que para que más.
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