El Hobbit: La batalla de los cinco ejércitos



Con esta tercera entrega de la saga, Peter Jackson dice adiós a la Tierra Media creada por Tolkien y a la que dio vida inicialmente con la trilogía de El señor de los anillos. Y el público lo agradece, sobre todo después del crimen que ha cometido con El Hobbit.
La batalla de los cinco ejércitos suponía el cierre al viaje de Bilbo Bolsón y el preludio de todo lo que sucede “a posteriori”. Si la secuela, La desolación de Smaug, sembró el descontento entre los fans, esta última parte ha servido para rematarlo.
Retomando un poco la trama tal y donde la habíamos dejado, Smaug abandona la montaña para arrasar la ciudad del lago. Como no podía ser de otra manera, es Luke Evans quien da muerte al dragón. Los enanos toman la montaña y se encierran junto con el tesoro, la noticia de la muerte de Smaug se ha extendido como si fuese una plaga y todos quieren echar mano de ese tesoro, sitiarse en la montaña. Es esto lo que origen a la Batalla de los cinco ejércitos.

Sinceramente, no te deja con muy buen sabor de boca. Hacer una trilogía de un librito de poco más de trescientas páginas (así por encima) del que sacas una base pero inventas más de la mitad y sin darle sentido. Sabemos que hay una guerra entre elfos y trasgos en los dominios de Sauron, pero no te dicen el por qué. En esa batalla fue donde murió la madre de Legolas, de la que sólo sabemos que le quería mucho, nada más. ¿Qué sucede con la elfa Tauriel? Bueno y como estas tres cosas podría seguir hasta completar una larga lista.
                Después esta el fantástico Legolas, el super elfo que todo lo puede. Acabas cogiéndole manía. Resulta excesivo, sobre todo en una de las escenas del final de la película, no se lo cree nadie ni por muy bien entrenado que esté. Tras el éxito que tuvo el personaje que interpreta Orlando Bloom, sin duda han querido darle más bombo y platillo, esperando a que los espectadores lo recibiesen como un “Dios”, si, se puede hacer esa comparación. Pero ha sucedido todo lo contrario.
Luego hay muchas cosas de sentido común que se las toman a la ligera. Aparecen en escena los “Deboradores de tierra” que son utilizados por los orcos/trasgos para abrir túneles a través de la montaña. Unos bicharracos enormes que nada, están de público en la batalla ¿Por qué no usarlos para luchar? Bastante se han complicado solos las cosas como para ponerlas un poco más difíciles. El abuso de la tecnología digital es tremendamente horrible, da falsedad a la imagen, sobre todo en los primeros quince minutos de la película. Lo mejor de todo son las luchas bélicas, pero no están a la altura de las que vimos en El señor de los anillos. Esta primera trilogía dejó el listón bastante alto, haciendo que El Hobbit a su lado sea un tanto mediocre. Un inciso en las notas cómicas que vienen de la mano del consejero del “jefe” de la Ciudad del Lago. Había que cubrir el hueco de Golum.
Recomendable tampoco sabría decir hasta que punto, para verla en el día del espectador o en promociones de dos por uno en las entradas. No vayáis con la esperanza de encontraros con el peliculón de vuestra vida porque el golpe será grande.



Lo mejor: Las batallas, continúan en su línea, te entretienen y aportan toda la acción de la película.

Lo peor: demasiados vacíos en la historia que quedan sin resolver, la actuación de Legolas… deja mucho que desear.


Nota: 2.5 / 5

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