Expediente Warren

La película de terror del verano. Quizás la única. Y algo que acentúa todavía más el miedo, la frase: “basada en hechos reales”.
Los Warren existieron, se dedicaban al esoterismo, a lo paranormal. La historia más conocida es la de la muñeca Annabel, que nada tiene que ver con la versión de la película. Es más, se dice que en la vida real no existía la familia Perron como tal. ¿Realidad o ciencia ficción?
Esta película ha hecho retornar el género al terror de los años 70, como ya lo hizo Insidious o Paranormal Activity (con menor éxito).


Un inicio cuyo fin es causar tensión. Una Banda Sonora que avecina el miedo. Y el “altercado” con la muñeca Annabel, nos ponen en situación. Este trabajo inicial nos desvela  y explica a que se dedica el matrimonio Warren. En su casa poseen toda una habitación con objetos “malditos” que guardan como recuerdo de sus “trabajos”.

Una familia de siete miembros; el padre, la madre y cinco niñas. Llegan a una casa con un historial propio de las novelas de Stephen King. En cada uno de los rincones de su nueva morada hay muerte. Parece ser que lo que termina de desatar el mal en esa casa es la reapertura del sótano.
Inicialmente se ven afectadas las niñas, pero más tarde, toda la ira de los espíritus cae sobre la madre.

Como en todas las películas de terror, hay cosas que se superan. La muñeca Annabel, seamos realistas, nadie en su sano juicio tiene en casa una cosa tan fea. El fin que tienen es asustar, pero la caracterización la ha transformado en una prima hermana del muñeco diabólico Chucky.  Incluso nos recuerda a uno de los muñecos de la película Silencio desde el mal.

Así mismo, hay un popurrí de películas de terror. Vayamos por partes. Los relojes siempre se paran a la misma hora, a las tres y siete de la mañana, hora similar a la que se detenía el reloj de la abogada que llevaba el caso del cura en El exorcismo de Emily Rose.
Un ser que atormenta a las niñas al estilo Paranormal Activity 1 y 3. El sótano y las tierras que rodeaban la casa, así como un par de detalles concretos, nos recuerdan a The messengers.  Por no hablar de un espíritu que parece a la niña de El exorcista.
Hay además cosas concretas de La maldición de Roockford, Cinco brujas, Insidious y  Posesión infernal. Sólo tenéis que estar atentos a los detalles.

Hay varias cosas en lo referente a la historia de los personajes que quedan en el aire. A pesar de todo consigue mantenernos en constante tensión, sin necesidad de recurrir al gore como ya hizo James Wan en Saw.  Pero aun con todo, no deja huella alguna. Otras películas del genero de terror de las que podéis disfrutar, de este mismo director, son Silencio desde el mal e Insidious (por ello no es casualidad que compartan protagonista, me refiero a Patrick Wilson).


Como fan de las películas de terror, siempre estas esperando que llegue la que realmente te haga temblar. Parece que de momento lo que vale es la repetición y no la innovación.
Un saludo queridos cinéfilos. 


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