Frankenweenie

           

 Esta noche, he pensado que estaría bien hablaros de una película producida y dirigida por Tim Burton. A este director de cine gótico, le encantan los perros, reflejar la relación que tienen con el hombre. Es por ello que en sus películas podemos encontrarnos con algún perro: Pesadilla antes de navidad, La novia cadáver, Edward manos tijeras...
Con Frankenweenie ha llegado a la cima. Esta película se basa en la relación que hay entre un perro y su dueño, el pequeño Victor Frankenstein.

           Victor es un niño solitario, que no tiene muchos amigos (característica común de los personajes de ficción de Burton) pasa casi todo su tiempo con su perro, Sparky. Esta historia comienza con la muerte del perro y lo que el joven Frankenstein lleva a cabo para recuperarlo. No voy a desvelaros más.

           La historia del monstruo de Frankenstein es abordada en esta ocasión desde el punto de vista de un niño. El monstruo es su perrito. Burton no se ha olvidado de Igor, el ayudante del doctor Frankenstein, pieza clave de toda la película.
Curiosamente aparece la figura de Van Helsing, el cazador de vampiros, personificada en la vecina de Victor, Elsa. Da la "casualidad" de que Elsa tiene una perrita, una caniche negra, que será la novia de Frankenweenie.
Lo que yo no consigo explicarme es como ha conseguido introducir en un cuento clásico a Godzila y una extraña versión de los gremblins.
No perdáis detalle de la película.
           Los personajes de esta nueva obra de Burton mantienen sus características comunes: muy esbeltos, con el pelo alocado, muy anchos, con piel pálida y grandes ojeras. Se repiten los nombres de Victor y Edward, que son los preferidos por el director.
La película esta rodada en blanco y negro, siendo fiel al cortometraje que se rodó en 1984. Mantiene la misma línea en la película actual, pero con muchas innovaciones.

           Para ser una película de Burton, creo que en algunos momentos la acción es un poco floja, dejando todo lo bueno para el final.
Ver sus obras es abrir una ventana a una realidad distinta a la que todos deberíamos adentrarnos. 

Buenas noches pequeños cinefilos.