Django Desencadenado

Una noche más, como de costumbre, me dispuse a ver una película en buena compañía, vimos Django.

Esta producción cinematográfica, nos sitúa en 1858 en Texas, dos años antes de estallar la Guerra de Secesión.

Este es el primer western de Quentin Tarantino. La excusa perfecta para tratar el tema de la esclavitud negra en EEUU. Parece ser, que nadie quiere retomar una realidad tan oscura de la historia norteamericana.

Violencia y sangre gratuita en cantidades industriales. Así como la exageración en más de una escena.

A pesar de conseguir que nos estremezcamos en más de una ocasión, recurre a un humor fácil para suavizar tensiones. La entrada de Schultz, la muerte del sheriff o la discusión sobre las máscaras del Ku Klux Klan son las escenas que recordaremos de esta película.

En vista de la temática, la figura del negro, la presentan como si de animales se tratasen, los compran y venden a placer, mutilan, torturan… son  analfabetos con un destino condenado por la muerte.

Como es natural de Tarantino, en este film también hace un cameo, que sin duda le da un toque sátiro.

Los decorados, son sin duda increíbles, el color, la luz,... la mezcla de todos estos elementos con determinados planos nos provoca emociones, sentimientos, tensiones… propio de un nuevo género cinematográfico, el género Tarantino.

Además de todo esto, y seguro que no lo percibís, se pueden destacar ciertas curiosidades:

Cuando el Sr. Speck, el traficante que vende a Django al Dr. King Schultz, yace bajo el caballo, le dice a sus esclavo que lo lleven a un doctor, en "El Paso", es una clara referencia a Kill Bill, ya que es en ese pueblo, donde se produce "la masacre de Two Pines".

En la escena en la que Leonardo DiCaprio (Candie) se corta la mano al golpear una copa contra la mesa luego del discurso en Candyland no estaba prevista de esa manera, ya que Di Caprio realmente se cortó con el vidrio, siendo la sangre que se ve en el filme totalmente real, y aun así, el siguió con la escena normalmente.

Durante el tiempo que permaneció en cartelera, fue uno de los grandes pesos pesados, recaudo casi 421 millones de dólares, superando enormemente al presupuesto de 100 millones con el que se rodó.

Quizás el final, ha perdido un poco de la chispa inicial de las primeras películas de Tarantino, pero sin duda, te atrapa durante las casi tres horas que dura el film.

Sin duda os recomiendo que la veáis, es más, aquí os dejo el trailer para avivar ese gusanillo y que os animéis a verla.