El Gran Gatsby

       

              Hace ya un par de semanas, un sábado noche, para airearnos de los exámenes, una amiga y yo fuimos al cine. Nuestra elección fue "El gran Gatsby".

Estábamos expectantes, emocionadas, el inicio en sí prometía una gran película. La calidad de la imagen, sin duda alguna rozaba la perfección, hasta tal punto, que no eramos capaces de creer en la realidad que trataban de reflejarnos.

La historia se desarrolla en Nueva York y Long Island en los años 20 del siglo XX. La época dorada del Jazz.

El protagonista, (quien nos sitúa en la historia) es Nick Carraway, quien en todo momento es un espectador, como el mismo se define, que se encuentra dentro y fuera de la historia. Su traslado a una pequeña casita en Long Island justo al lado de la mansión de Jay Gatsby, hace que tome contacto con él y de comienzo la historia.

En este remake, Jay es interpretado por Leonardo Di Caprio. Lleva a cabo una magnífica interpretación, lo que deja en un segundo plano la interpretación de su compañera, Carey Mulligan (Daisy) que parece que se encuentra como ida durante toda la película.

           Lo más espectacular del film, sin duda alguna son las fiestas. Podemos ver desde distintos ángulos, la magnitud a la que llegan, dan verdadera envidia, incluso nos hace pensar que no nos hemos divertido en la vida.

La historia en si, un romance trágico, lo sorprendente, que nunca llegas a saber del todo quien es realmente Jay Gatsby. No puedes sentirte identificado con él, te sientes como un amigo suyo, que observa la historia y los acontecimientos. El desenlace de la película viene marcado por un accidente de coche, pero incluso cuando llega el final, seguimos teniendo preguntas sin responder.

Esta producción cinematográfica es la adaptación de la novela con mismo título de F. Scott Fitzgerald, es por ello que muchas cosas quedan en el aire.

            El remake de 1974, dirigido por Jack Clayton, fue protagonizado por Robert Redford y Mia Farrow. Esta versión fue considerada la definitiva, pero por lo visto ha quedado desbancada por la producción de Luhrmann. No ha gustado mucho a Robert y a Mia, para quienes faltaba humanidad y sentimientos.

            A pesar de todo, hay un par de fallos que se pueden destacar. Al inicio, hasta que nos sitúan en los hechos, la cámara se mueve muy rápido, hay una sucesión de imágenes que van a gran velocidad. Esto provoca mareo, porque no te permite centrar la mirada en algo concreto.
Las fiestas, obviamente, se salen de lo común. Sin lugar a dudas, lo más extraño, fue ver a un grupo de cuatro personas en un descapotable, que mientras cruzaban el puente, de pie en el vehículo como si nada, se estaban montando una fiesta.

            Es bien conocido por todos, que al director de esta película, Baz Luhrmann, le encanta recrear fiestas como si de un espectáculo se tratara, un ejemplo de ello es Moulin Rouge.
Aun con todo, es una película digna de ver, que ha recibido muy buenas críticas y que yo personalmente os recomiendo a todos. Mi nota, oscilaría entre el 7.5 y el 8, sólo queda que la veáis vosotros, no os va a defraudar.

Buenas noches, con un pequeño regalito que espero que disfrutéis, la Banda Sonora.